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domingo, 8 de octubre de 2017

Guarida de los poetas. Rainer Maria Rilke, Pietà, Nuevos poemas. Lo reza Oskar Werner / Andrei Rubliov, La pasión.




Un conmovedor poema de Rilke, la Pietà de los Nuevos poemas. Nos tomamos el atrevimiento de agregar una versión libre, en nuestro vano celo e intento por acercar forma a contenido.

He leído algunas versiones inglesas que han creado otro poema, muy distinto al original, canto o elegía que, sin pretensiones (¿cabría alguna en tema semejante?) apunta a un amor por encima de toda prueba, por encima de toda creencia, por encima de cualquier mitología ideada para la creación de fábulas escriturales cuyo sentido no haya sido otro que el asentar un dogma. Pero resulta que el amor supera todo dogma. Eso es lo que, a juicio de un servidor, cantan estas conmovedoras y piadosas letras que versan los rezos de María Magdalena.

Tómese nota de la lectura y el acento que le da Oskar Werner al texto original, independientemente de que se conozca o no la lengua madre, tomando en cuenta la lectura del original aquí agregado. Es cuestión de entonación. Y la armonía y la concordancia de las palabras resultan ser tan melodiosas como las de cualquier nota musical retozando con las otras.

lacl


Cristo y Magdalena, Auguste Rodin




Pietà


So seh ich, Jesus, deine Füße wieder,
die damals eines Jünglings Füße waren,
da ich sie bang entkleidete und wusch;
wie standen sie verwirrt in meinen Haaren
und wie ein weißes Wild im Dornenbusch.

So seh ich deine niegeliebten Glieder
zum erstenmal in dieser Liebesnacht.
Wir legten uns noch nie zusammen nieder,
und nun wird nur bewundert und gewacht.

Doch, siehe, deine Hände sind zerrissen -:
Geliebter, nicht von mir, von meinen Bissen.
Dein Herz steht offen und man kann hinein:
das hätte dürfen nur mein Eingang sein.

Nun bist du müde, und dein müder Mund
hat keine Lust zu meinem wehen Munde -.
O Jesus, Jesus, wann war unsre Stunde?
Wie gehn wir beide wunderlich zugrund.


Pietà

Así pues veo Jesús, una vez más, tus pies,
que fueron los pies de un muchacho,
los que 
antaño descalcé y lavé;
cómo se confundían entre mi pelo
cual un gamo blanco en el arbusto espinoso.

Así pues veo tus miembros nunca cortejados
por primera vez en esta noche de amor.
Nunca nos acostamos juntos,
y ahora sólo te admiro y te velo.

Pero he aquí tus manos desgarradas,
Amado, no por mí, ni por mi mordedura.
Tu corazón está abierto y uno puede entrar: 

entrada que debería haber sido sólo mía.

Ahora estás cansado, y tu boca cansada
no tiene ganas de soplar en mi boca.
Oh Jesús, Jesús, ¿cuándo fue nuestra hora?
Cuánto los dos nos extrañamos.

Rainer Maria Rilke, mayo / junio 1906, París

.
Notas: 
1. En la foto superior dejamos una toma de la traducción de ese poema, puede leerse en Nuevos Poemas de Rilke, para Hiperión, Madrid, 1998. Al hacer doble click sobre la foto o abrir la imagen en una pestaña nueva puede leerse más cómodamente con el zoom.  

2. Agregamos el hermoso pasaje de la Pasión del filme Andrei Rubliov, de Andrei Tarkovski, por las resonancias que nos dejan sus imágenes. 

Rilke, Piedad.

Lo reza Oskar Werner 





Andrei Rublev




Hay que ir a You_tube para disfrutar de esta maravilla...

https://youtu.be/BX5jZwjM6i8?si=a6wmtTslcJxAkgEO






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