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miércoles, 31 de octubre de 2012

Pasan las flores, retazo a mano alzada, Cuadernario / The Lily and The Lamp



Azucenas


p


Pasan las flores
sobre un carro fúnebre
Pasan los aires y los ayes
sobre un fragor caluroso
Pasa un silencio solemne
que no hace visible la queja

Todos soñamos

Yo sólo he visto flores





Cuadernario, Común Presencia Editores, Col. Los Conjurados, Bogotá, 2007.

.
Sobre Cuadernario, ver en este blog la entrada del 30 de Abril de 2008, Salutación.

O, sí lo prefiere, copie y pegue el siguiente enlace en la ventanilla de búsqueda de este blog:

https://letrascontraletras.blogspot.com/2008/04/salutacin-hoy-se-cumple-un-ao-justo-de.html?m=0

*** *** ***

The Lily and The Lamp

Si no es posible abrirlo en esta publicación podrá disfrutar de la composición en su red de origen:

https://youtu.be/8ydrHPqd40s?si=pntDl540s5UYRbSP







viernes, 26 de octubre de 2012

Guarida de los poetas. Giuseppe Ungaretti / Inno alla Morte y otros poemas, en la voz de Giuseppe Ungaretti






Guarida de los poetas.

En los últimos tiempos hemos tenido esa guarida un tanto deshabitada. Asumimos la total y entera culpa. Y deseamos resarcirnos con un especialísimo lector de su propia poesía, como lo es el poeta Giuseppe Ungaretti. Agregamos La piedad, versión de quien, pensamos, ha sido uno de sus mejores traductores a lengua castellana: Rodolfo Alonso.
Salud!
LA



LA PIEDAD

Traducción de Rodolfo Alonso

1

Soy un hombre herido.

Y me quisiera ir
Y finalmente llegar,
Piedad, donde se escucha
El hombre que está solo consigo.

No tengo más que soberbia y bondad.

Y me siento exilado entre los hombres.

Pero por ellos sufro.

¿No seré digno de volver a mí?

He poblado de nombres el silencio.

¿Hice pedazos corazón y mente
Para caer en servidumbre de palabras?

Reino sobre fantasmas.

Ah hojas secas,
Alma llevada aquí y allá…

No, odio el viento y su voz
De bestia inmemorable.

Dios, ¿aquellos que te imploran
No te conocen ya más que de nombre?

Me has expulsado de la vida.

¿Me expulsarás de la muerte?

Quizás el hombre también es indigno de esperar.

¿Está seca también la fuente del remordimiento?

Qué importa el pecado,
Si ya no conduce a la pureza.

La carne recuerda apenas
Que ha sido fuerte alguna vez.

Es loca y gastada, el alma.

Dios, mira nuestra debilidad.

Queremos una certeza.

¿Ya ni siquiera ríes de nosotros?

Y compadécenos entonces, crueldad.

No puedo ya más estar amurallado
En el deseo sin amor.

Muéstranos un vestigio de justicia.

¿Cuál es tu ley?

Fulmina mis pobres emociones.
Libérame de la inquietud.

Estoy cansado de gritar sin voz.



2

Melancólica carne
Donde brotó la alegría alguna vez,
Ojos entreabiertos en el cansado despertar,
¿Tú ves, alma demasiado madura,
El que seré, caído en tierra?

Está en los vivos el camino de los muertos.

Somos nosotros el torrente de sombras,

Son ellas el grano que nos estalla en sueño,

Suya es la lejanía que nos queda,

Y suya es la sombra que da peso a los nombres.

¿La esperanza de un montón de sombra
y no otra cosa es nuestra suerte?

¿Y tú, Dios, sólo serás un sueño?

Al menos a un sueño, temerarios,
Queremos que te parezcas.

Es fruto de la demencia más clara.

No tiembla en nubes de ramas
Como pájaros de mañana
Al filo de los párpados.

En nosotros está y languidece, llaga misteriosa.



3

La luz que nos hiere
Es un filo cada vez más sutil.

¿No deslumbras tú, si no matas?

Dame esta alegría suprema.



4

El hombre, monótono universo,
Cree extender sus bienes
Y de sus manos febriles
No salen más que límites sin fin.

Sobre el vacío unido
A su hilo de araña,
No teme y no seduce
Sino el propio grito.

Repara lo gastado alzando tumbas,
Y para pensarte, Eterno,
No tiene más que las blasfemias.

.

 Inno alla Morte y otros poemas, en la voz de Giuseppe Ungaretti







miércoles, 24 de octubre de 2012

Letralia 272 | Artículos y reportajes | La danza de las voces. Unas palabras en torno al Encuentro Internacional de Poetas de Zamora, junio de 2012 | Luis Alejandro Contreras

Letralia 272 | Artículos y reportajes | La danza de las voces. Unas palabras en torno al Encuentro Internacional de Poetas de Zamora, junio de 2012 | Luis Alejandro Contreras

Arrebato y otros "Poemas a mano alzada", lacl. / Bach, Cantatas.







Arrebato


Yo padecí el agónico ritual

de la abeja

En el arpegio evanescente de su piel

me sumergí

Y en el profundo torrente

de sus últimos espasmos

interpreté la danza

de una fugaz consagración




Nota: Este efímero boceto pertenece a una vivencia real que data de la juventud. Me hallaba sentado en un pupitre, en la Escuela de Letras de la UCV, hora del paso de la penumbra que todo lo torna lánguido y ceniciento, en la despedida de la diurna luz y el anuncio de las sombras de la noche. Yo me sentía un perfecto extranjero sentado en esa sala. De pronto cayó una abeja sobre la mesa de mi pupitre y comenzó a aletear en círculos, en una danza frenética, dionisíaca, vibrátil, revelación de vida rebosada. Estaba muriendo. La razón de ello no podía yo saberla, pues las abejas no buscan luces de artificio, como las polillas que mueren abrasadas en el desengaño. Sólo me dediqué a contemplarla, a sabiendas de que bailaba para mí… Nadie más reparó en esta extraña despedida.

Forma parte de un añejísimo cuaderno de brevedades que, justamente, lleva por título, Poemas a mano alzada.

Dejo debajo una traza de tales esbozos. No los considero textos de algún valor en particular, a no ser por cierta pesquisa en zonas de la ironía, cierta urgencia de encontrar vestigios en lo exiguo. Una imberbe curiosidad.



Paraíso


Hemos impregnado de ideas nuestras carnes

Pero la idea se adormece en cofres olvidados

Y, panes perdidos,

divagamos bajo la lluvia de los cementerios



Cuestión de apariencia


Mi nombre es lobo,

Soy un sentimiento.

Con mi piel se cubren los hombres

y soy tan imprescindible como la cartera,

cuando alguno no me lleva encima,

es desollado por los otros



Perro


Resuelves edificar

toda una vida

a punta de mordiscos.

Pero resulta que la vida

es un hueso muy duro de roer.



Arbitrio


Y que morir,

después de tanto,

no sea sino entrar

a un gran salón

donde se adora

a Miguel Ángel.





Cuestión de realidad


Si manifiesto

que una hoja cayendo

ante mis pasos es,

en su esplendor,

tres veces más poderosa

que los dioses de la lluvia,

la gente puede,

perfectamente,

quedar desconcertada.

Si manifiesto

que una hoja cayendo

ante mis pasos,

es tan impresionante

o auspiciosa

como el aquelarre

nocturno de las ranas,

la gente estará en su derecho

de creer que ya estoy loco.


Pero si manifiesto

que la singular extrañeza

de una hoja cayendo

ante mis pasos

es tan trascendente

como todo acto humano,

sencillamente,

seré menospreciado.



Contemplación


En el fondo del mirar,

la calma,

largamente esperada,

yace como una hoja

sobre un charco:

indiferente y presta

a las fluctuaciones del agua.


.


Estas semblanzas tienen la particularidad de haber sido escritas en las inmediaciones de la UCV, en las calles de Sabana Grande o en las de mi recordado y querido Paraíso.


Bach Cantatas

Todas son bellas,  pero pedimos especial atención a la Cantata 180, tal como abre...