Sed del agua
como del portento.
La realeza del agua,
que se abre en la boca,
lava nuestro pecho
y colma plexo y sexo,
es un portento.
Y nuestra sed le busca
como el amado a la amada.
* * *
Cuando se sacia la sed
no se piensa.
Si piensas en ello
mientras bebes
de la fuente,
no sacias nada.
* * *
Sed del agua
como del portento.
Sed de ser.
* * *
El agua es un portento
y nuestra sed
una vía para aterrizar
en él,
un sendero
por el que nuestra piel
se eleva.
lacl, 03 / 12 / 2021.
Galería de Orfeo
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Bellavia
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