Anankaia *
A Miguel Veyrat
Surgiste de la nada,
en el principio de los
tiempos…
Estás en todas nuestras
súplicas e indagaciones,
tu discurso siempre va
como silente,
pero murmurando en cada
gesto o gesta
que emprendemos.
Naciste, eso dicen,
de los amores
incestuosos
con el señor de la
hora,
nunca bien ponderada
señora
que bordas nuestros
pasos,
no sólo aquellos a que
nos incitan
la sangre o los
humores,
o los que rugen en la
boca del estómago
pues, aquello que
buscamos,
como huérfanos sin
nombre,
también ha sido
amadrinado en tu regazo.
Somos, en buena medida,
tus inadvertidos prosélitos.
Naces en cada nuevo
primer día,
aunque no sabemos qué
es de tu ser
cuando desencarnamos.
Quisiéramos creer que
riges
no sólo nuestros pasos
sino que, en justicia
poética,
signas el paso de las
horas y del cosmos.
Mas a pesar de que no
levantamos templos en tu nombre,
ni eres harto honrada
en cantos u oraciones,
sin ti de nada valdría
hablar de valor o de coraje.
Y en nuestras noches
de estrellado
firmamento,
cavilamos sobre cuales
han
de ser las necesidades
del útero que nos envuelve
y que tú abrazas,
como madre que da y
quita
a perpetuidad,
gracias a ti,
necesidad…
* Esta mañana, valga por tantas horas de extravío. Ananké, necesidad.
lacl, 21 01 21
Canciones hurritas (Circa 1400 AC)
Existen controversias sobre cómo interpretar esa música, pero los músicos están en su derecho de crear, recrear, imaginar y reimaginar...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario