domingo, 5 de abril de 2020

¿Confinamiento o hibernación? lacl / JERUSALÉN: La Ciudad De Las Dos Paces - Concierto de Jordi Savall / Kayhan Kalhor & Erdal Erzincan - Tahran Konseri [ Live in Tahran © 2012 Kalan Müzik ]




He escrito estas notas al vuelo y a sabiendas de que necesitan de un más amplio desarrollo, pero ante la necesidad de expresión y mi necesidad de mantener en reposo mi humanidad, he optado por lanzar al aire estas someras consideraciones.
Salud
lacl
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Borges decía en cierta ocasión que hay que tener cuidado de los enemigos que elegimos porque uno termina pareciéndose a ellos. Voy a extrapolar la propuesta. Hay que tener sumo cuidado de las palabras que elegimos para expresar un estado, cualquiera que éste sea, pues no sólo terminaremos por asemejarnos a lo que tales palabras enuncian como sentencia, sino porque su apuesta terminará por sentenciarnos en lo que significan. Como solía emplear mi padre esta palabra: nos significarán.

Lo siento, pero no estamos con-finados, ni hemos asumido actitud que en algo a ello se asemeje.

Desde antes de decretarse la incuestionable, recomendable y necesaria cuarentena, entramos, motu proprio, en estado de hibernación. Hibernación en el sentido en que la cultivan los osos, ¡no confinamiento! ¿Es, acaso, ello tan nefasto? Algo anda mal en el mundo cuando no logramos hibernar con nuestro propio clan.

Con el debido respeto de todos los amigos y seres de bien que se han apoyado, incansablemente, en esa palabra, confinamiento, quisiera aproximarles esta consideración.

Decir que estamos en un proceso de confinamiento es declarar que estamos aceptando que nos confinen o que somos nosotros mismos quienes promulgamos nuestro confinamiento. 

Con-finar-nos = Finarnos de manera conjunta y consensuada.

Y, lamento disentir, pero hablando en sentido figurado, si los vientos nos susurran o predican que es mejor que nos vayamos a nuestra cueva, dado que ciertos elementos mefíticos se encabritan en los aires para causar estragos adonde quiera que esos vientos les lleven, es hora, nos dice humildemente el sentido común, de ponernos la piel del oso y embutirnos en nuestra cueva, no para con-finarnos sino, sencillamente, para protegernos, para poner barbas en remojo, para resguardarnos, lo cual significa a nuestro modo de ver, todo lo contrario que el dictamen de auto con-finarnos.

Siempre he alentado el silencioso y deseoso pensamiento de que si algo va a ponerle fin a la humana especie, pues que sean los hados, un cósmico golpe de dados -para quienes creen en milenarismos no tengo incluso objeciones en su libreto, con su culto sacrificial y su modo tan particular de entender la revelación (apocalipsis)-; pero que jamás, nunca, bajo ningún concepto, ese final nos llegue por la propia mano del hombre y su porfiada inadvertencia ante el milagro de la vida, ese grano de polen viajando en el inmenso mar del cosmos que hemos recibido como regalo.

De tal manera que me ataca la presunción de que es preciso, en esta hora, no sólo tomar muy en serio lo que significan las palabras, sino de dónde surge la inminencia de apelar a unas en lugar de otras. Por qué, por ejemplo, vamos a diseminar una palabra que decrete nuestra aquiescencia a una enunciación que, como el rótulo a las puertas de un cementerio, establece que estamos predispuestos a aceptar la condena.

lacl, ¿Confinamiento o hibernación? Amanecer del 05 de Abril, 2020


JERUSALÉN: La Ciudad De Las Dos Paces

Concierto de Jordi Savall 


 Kayhan Kalhor & Erdal Erzincan - Tahran Konseri [ Live in Tahran © 2012 Kalan Müzik ]










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