jueves, 22 de mayo de 2025

GUARIDA DE LOS POETAS: BLANCA VARELA / GUARIDA DE LOS POETAS: BLANCA VARELA / Chabuca Granda - Cardo o ceniza / Cesare Pavese - Verrà la morte e avrà i tuoi occhi - Lee Vittorio Gassman. / Dulce María Loynaz, recuerdos de Lorca. / Dulce María Loynaz / Habana. Maravillosa conversación la suya.



Blanca Varela es una poeta extraordinaria. Hablo de ella en presente, porque en presente tengo su voz. Una de las pocas veces que fui al reputado, hermoso y bien organizado festival de poesía que se realizaba en la Caracas de los años 90 (creo que fui solamente dos veces, mi pudor casi siempre resultó ser más fuerte que mis ganas), fue en ocasión de escuchar al poeta Juan Sánchez Peláez, quien estaría acompañado de Blanca Varela, dos altísimas voces de la poesía latinoamericana y mundial. Juan Sánchez Peláez, no es un secreto, siempre fue objeto de mi afectuosa reverencia, por lo genuino de su poesía, en franca correspondencia con lo genuino de su persona, tocadas ambas por una suerte de lúdico humanismo.
Juan Sánchez Peláez ha sido un maravilloso lector de sus poemas, al menos así me lo ha parecido las veces que le escuché pronunciarlos. Así que le escuché con grande emoción y delectación. Pero debo confesar que lo sucedido al escuchar a Blanca Varela fue un acto de conmoción que me robó los sentidos y me introdujo en otra dimensión. Y es que Blanca leía con una desnudez que desataba desnudez en el escucha. Leyó algunos de sus poemas esenciales o, por mejor decir, más conocidos, pero también los que le llamaban a capítulo. Y cuando salimos de la sala con un grupo de amigos, algunos de cuales me habían convidado al evento, nos fuimos, como era natural y debería seguirlo siendo, a una tasquita o arepera cercana, en la cual pudiéramos derrochar nuestros sentires. No creo que sea el momento de rememorar acerca de lo que hablamos aquella noche. Baste que la imaginación del lector pinte un fresco típico de los amigos que tienen ocasión de sentarse en torno a un asunto que a todos emociona y conmueve. En esas conversaciones siempre surgen la espontaneidad, los diálogos cruzados o el habla al unísono de dos o tres o más interlocutores, y pare uno de contar. Así que pasemos directo al meollo de esta publicación, como lo son estos cuatro hermosos poemas de Blanca Varela, con la única admiración que vale, la que nace del afecto.  
¡Salud! 
lacl


TAL VEZ EN PRIMAVERA...


Tal vez en primavera.

Deja que pase esta sucia estación de hollín y lágrimas

     hipócritas.

Hazte fuerte. Guarda miga sobre miga. Haz una fortaleza

     de toda la corrupción y el dolor.

Llegado el tiempo tendrás alas y un rabo fuerte de toro o

     de elefante para liquidar todas las dudas, todas las

     moscas, todas las desgracias.

Baja del árbol.

Mírate en el agua. Aprende a odiarte como a ti mismo.

Eres tú. Rudo, pelado, primero en cuatro patas, luego en

     dos, después en ninguna.

Arrástrate hasta el muro, escucha la música entre las

     piedrecitas.

Llámalas siglos, huesos, cebollas.

Da lo mismo.

Las palabras, los nombres, no tienen importancia.

Escucha la música. Sólo la música.


*** * ***


CANTO VILLANO


y de pronto la vida

en mi plato de pobre

un magro trozo de celeste cerdo

aquí en mi plato


observarme

observarte

o matar una mosca sin malicia

aniquilar la luz

o hacerla


hacerla

como quien abre los ojos y elige

un cielo rebosante

en el plato vacío


rubens cebollas lágrimas

más rubens más cebollas

más lágrimas


tantas historias

negros indigeribles milagros

y la estrella de oriente


emparedada

y el hueso del amor

tan roído y tan duro

brillando en otro plato


este hambre propio

existe

es la gana del alma

que es el cuerpo


es la rosa de grasa

que envejece

en su cielo de carne


mea culpa ojo turbio

mea culpa negro bocado

mea culpa divina náusea


no hay otro aquí

en este plato vacío

sino yo

devorando mis ojos

y los tuyos. 


*** * ***


CURRICULUM VITAE


digamos que ganaste la carrera

y que el premio

era otra carrera

que no bebiste el vino de la victoria

sino tu propia sal

que jamás escuchaste vítores

sino ladridos de perros

y que tu sombra

tu propia sombra

fue tu única

y desleal competidora.


 *** * ***


A MEDIA VOZ


la lentitud es belleza

copio estas líneas ajenas

respiro

acepto la luz

bajo el aire ralo de noviembre

bajo la hierba

sin color

bajo el cielo cascado

y gris

acepto el duelo y la fiesta

no he llegado

no llegaré jamás

en el centro de todo

esta el poema intacto

sol ineludible

noche sin volver la cabeza

merodeo su luz

su sombra animal

de palabras

husmeo su esplendor

su huella

sus restos

todo para decir

que alguna vez

estuve atenta

desarmada


sola casi

en la muerte

casi en el fuego. 



Blanca Varela


*******

GUARIDA DE LOS POETAS

Chabuca Granda - Cardo o ceniza




Cesare Pavese - Verrà la morte e avrà i tuoi occhi - Lee Vittorio Gassman





Dulce María Loynaz, recuerdos de Lorca




Dulce María Loynaz / Habana. 
Maravillosa conversación la suya. 
https://www.youtube.com/watch?v=DrG-yoGud54


Blanca Varela en su estudio






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