martes, 30 de julio de 2024

Carta para el blog Dimitri Lipo

 


Carta para el blog Dimitri Lipo

Las redes sociales acaso no sean un medio adecuado para conversar, de manera pausada y civilizada, sobre asuntos como la ética y el trasfondo espiritual de personas cuya conducta nos viene marcada como con un aura de doble moral. Y no lo digo en tono de crítica hacia ti ni hacia el excelente trabajo que haces con tu blog. Me refiero más bien a que los medios sociales por desgracia sirven para compartir tanto excelentes contenidos como también para el cacareo de personas que no tienen la menor idea de lo que hablan. Vivimos en la era de la exaltación superlativa del ego, aunada a la disminución superlativa del culto del alma. Todo ello va en consonancia con la impostura. Se habla de poesía sin haber leído un poema, se habla de arte y cultura sin tener ninguna curiosidad por acercarse a tales experiencias con humilde, pero amorosa tensión. Las redes sociales sirven para entrar en contacto y para generar contenidos que de alguna manera ayuden al ser humano a cultivar su alma pero, muy lamentablemente, tenemos que aceptar que sirven también para una abolición campante de arte y cultura, tal como sirven también para desinformar, censurar, crear patrones de opinión cuyos intereses son los de amañar o avasallar a todo inopinado lector. Para colmo sirve también para generar odios o para crear clichés sobre temas supuestamente tabúes, tal como el erotismo en el arte, etcétera. Hace pocas semanas me llamaban la atención por haber puesto una foto de un par de hippies de los años 70, en la cual la joven mostraba un seno desnudo, craso pecado, ave María purísima, no hay que pensar en senos y será que se nos quiere inducir a pensar que las mujeres no tienen senos. En fin, cosas absurdas y sin sentido, cuando uno ve publicaciones de contenido chabaca y falsamente erótico pulular en una red que no parece ser tan inteligente en aquello de evaluar contenidos. Pero volviendo al hilo de tu publicación, quisiera agregar lo siguiente. Para comentar o conversar sobre un tema tal como el de la doble moral de ciertos y determinados hombres que han hecho vida en este minúsculo punto azul llamado tierra, hay -por fuerza- que haberse tomado el tiempo para leer sobre la vida de tales personas. Uno no puede tomar juicios de valor sin haber hecho serias y a veces muy profundas consultas e investigaciones. En un mundo en el que nadie se toma el trabajo de tomar un libro para leer, esto luce como tarea de Sísifo. Cuando hiciste tu primera publicación recuerdo haberte dicho que del personaje salvo su libro Residencia en la tierra, un poemario que en mi juventud algo me dejó; sobre todo aquel poema intitulado Walking Around. Pero con el paso de los años, leyéndole y enterándome de sus cuitas con la vida me fui apartando de ese señor. Y creo que estoy en mi derecho, como cualquier ser humano, en manifestar mi opinión cuando investigas y descubres actitudes que contradicen la belleza de un poema o la elevación espiritual que convoca una obra de arte cabal. Descubres la impostura. Así que recibe todo mi apoyo. Tampoco entiendo por qué quieran implicar al poeta Adhely Rivero en esta situación de opiniones lanzadas al aire, tal como se lanzan disparos al aire, únicamente motivados por el gusto de disparar. 

Un abrazo.

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