miércoles, 13 de marzo de 2024

Rememorando a Luis Amado / Contigo en la distancia. - La inconclusa.



Cierta vez, mi papá nos dio un susto con un quebranto de salud. Y, la verdad, todos llegamos a pensar que estaba por despedirse, inminentemente, de nosotros; lo que dio motivo a las palabras que debajo adjunto, mientras lo acompañaba por las noches, durante la hospitalización. Aunque se recuperó y nos acompañó un tanto más en nuestro transitar, hasta que se cansó y dijo: ya basta! Quiero salir de esta cárcel que es el cuerpo (me lo dijo textualmente antes de irse: "el cuerpo es una cárcel")... Y se fue entre sueños...  

Hoy, 13 de marzo, se conmemora un día más de su advenimiento al mundo. 

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(Acompañando a  mi padre en su lecho de enfermo)

 

I.


Guarda la noche contigo


Ella es una y la misma

cada una de las noches de nuestras vidas


Y cuán frágil es

-a nuestros ojos-

la permanencia de su dúctil parsimonia

entre nosotros.


La irreverencia de los pájaros, 

ante la hazaña del hombre, 

es poco apreciada

por nuestros lentes de aumento,

pero es sabido que 

los pájaros hacen silencio

cada noche,

no ante los logros del hombre,

sino ante la cúpula del cielo,

gran madre de todas las cosas

 

II.


Guarda la noche contigo


Ella es un bello manto que podemos rasgar, 

hacer jirones


Podemos, luego, sentir remordimiento,

quedar, quizás, estupefactos

ante una prestada noción de vacío


O acaso al final resulte que todo

nos importe un bledo.


Pero un paso más allá de todo este acomodo nuestro,

adverbial, de circunstancia 

y un paso más acá de este vivir complementario,

entre podas de flores axiomáticas,

a nuestro pesar o sin él,

sus hebras de ébano y oro, 

en amoroso contrapunto 

y siempre en silente dicción

que nunca acaban de empezar,

su tela de azar nos restablecen 


La noche vive a contrapunto.


Llévala contigo, 

déjate llevar por ella.

 

III.

 

Guarda la noche contigo


Más allá de todo logro 

subyace una acechanza,

más allá de toda hazaña

palpita una obra humilde


Guárdala en tu pecho


.......

(Estas rasgaduras forman parte de Cuadernario, libro de imágenes publicado en Colombia en el 2007)



Pocas cosas le fascinaron tanto como la música; le encantaba sentarse a escuchar música de todo tipo: boleros, madrigales, aguinaldos y villancicos clásicos y populares, conciertos y sinfonías. Y al final de su vida, muy especialmente, algunas de esas melodiosas y reflexivas composiciones de Mahler, sobre todo, el Adagieto de la Quinta sinfonía y ese movimiento de Adaggio de la última de sus composiciones orquestales, conocida como la inconclusa. 

Pero dejemos hoy un clásico latinoamericano interpretado por Olga Guillot y ese.largo Adagio que es su Décima sinfonía, La Inconclusa. 

Contigo en la distancia



La inconclusa


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