martes, 31 de marzo de 2020

Un mensaje imperial, Franz Kafka / Franz Kafka: Dibujos / John Lennon, Aislamiento (Isolation),





Esta semana me tomó 48 horas organizar una expedición por las amorosas y concéntricas cebollas. Se impone una partitura kafkiana, la de atravesar una multitud invisible para llegar al trono... Me refiero, por supuesto, al cuento de Kafka que lleva por título "Un mensaje imperial". Aunque cuando me refiero al trono, me refiero es al trono de la vida, no al trono de ningún poder temporal...
Gracias a los hados que, a pesar de ir en contra de sus deseos, podemos contar con Kafka. Un relato que nos viene al pelo, con ese bello final, maravilloso, que vale por todos los poemas del mundo.
Nota al margen, debido al cuello de botella mundial que viven las redes de comunicación y contenido con la pandemia, no nos es posible agregar más imágenes ni registros audiovisuales
Salud, a todo trance!
lacl
Post scriptum: en horas de la madrugada he logrado agregar la pieza de Lennon que, en cierta forma, vaticina el porvenir, el suyo, el nuestro.


Un mensaje imperial, Franz Kafka

El Emperador, tal reza una parábola, te ha mandado a ti, humilde siervo, que eres una sombra insignificante arrinconándose en la más recóndita distancia del sol imperial, un mensaje. Es un mensaje del Emperador, desde su lecho de muerte, para ti únicamente. Ha pedido al mensajero arrodillarse junto a la cama y ha susurrado su mensaje; ha puesto tanta importancia en el mensaje, que ha ordenado al mensajero se lo repita luego en el oído. Luego, con un movimiento de cabeza, ha confirmado que su mensaje ha sido correctamente registrado. Ante los congregados espectadores de su muerte -todos los muros de su estancia han sido derribados, y en las espaciosas y colosalmente altas escaleras están, en un círculo, los grandes príncipes del Imperio-, ante todos ellos él ha encomendado su mensaje. El mensajero inmediatamente se embarca en su viaje; es un poderoso, infatigable hombre; ahora empujando con su brazo diestro, ahora con el siniestro, se abre camino a través de la multitud; si encuentra resistencia, muestra su pecho, donde el símbolo del sol repica de luz; al contrario de otro hombre cualquiera, su camino así se le facilita. Mas las multitudes son tan vastas; sus números no tienen fin. Si tan sólo pudiera alcanzar los amplios campos, cuán rápido él volaría, y pronto, sin duda alguna, escucharías el bienvenido martilleo de sus puños en tu puerta.

Pero, en lugar de ello, cómo vanamente gasta sus fuerzas; aún todavía traza su camino tras las cámaras del profundo interior del palacio; nunca llegará al final de ellas; y si lo lograra, nada se alcanzaría con ello; pues en este punto él debe luchar durante su descenso por las escaleras; y si llegara a ese punto, nada lograría con ello; ya que todavía tiene que cruzar las cortes; y tras las cortes, el segundo palacio externo; y, luego de ello, más escaleras y cortes; y de nuevo otro palacio; y así por miles de años; y si al fin llegara a cruzar la última puerta del último palacio -pero nunca, nunca podría llegar eso a suceder-, la capital imperial, centro del mundo, caería ante él, atestada a reventar con sus propios súbditos. Nadie podría luchar y salir de ahí, ni siquiera con el mensaje de un hombre muerto. Mas, te sientas tras la ventana, al caer la noche, y te lo imaginas, en sueños.







John Lennon, Aislamiento (Isolation)  

La gente dice que todo lo hemos hecho.
¿No saben ellos que estamos aterrados?
Aislamiento.

Estamos temerosos de estar solos,
todos deben tener un hogar.
Aislamiento.

Tan solo un chico y una chica,
tratando de cambiar el mundo entero.
Aislamiento.

El mundo es sólo una pequeña aldea,
todos tratando de derribarnos.
Aislamiento.

Yo no espero que entiendas,
después de que has causado tanto dolor.
Pero, una vez más, no tienes la culpa.
Eres sólo un ser humano, una víctima de la locura.

Tenemos miedo de todos,
Miedo al sol.
Aislamiento

El sol nunca desaparecerá,
pero el mundo pudiera no estar por tantos años.
Aislamiento.

"Isolation" John Lennon
People say we got it made.
Don't they know we're so afraid?
Isolation.

We're afraid to be alone,
everybody got to have a home.
Isolation.

Just a boy and a little girl,
trying to change the whole wide world.
Isolation.

The world is just a little town,
everybody trying to put us down.
Isolation.

I don't expect you to understand,
after you've caused so much pain.
But then again, you're not to blame.
You're just a human, a victim of the insane.

We're afraid of everyone,
Afraid of the sun.
Isolation

The sun will never disappear,
but the world may not have many years.
Isolation.




miércoles, 25 de marzo de 2020

Guarida de los poetas: Walt Whitman, Lleno de vida ahora (Full of Life Now) / WHITMAN: Poeta de eternidad. / Fotos: Carta a Susan Strafford y otras... / Serrat recita un poema de Whitman





Esta mañana no conseguía la versión de Hojas de hierba, de Walt Whitman, traducida por Francisco Alexander, que a este servidor le place. Estamos de acuerdo con Borges en que es una de las más fieles traducciones a nuestra lengua, si bien Borges se lamentaba, creo que con razón, de que Alexander abusara un tanto del diccionario.

En fin, lo cierto es que abrí una de esas versiones digitalizadas que uno va pescando en la red, pues estaba pendiente de irlas revisando y me bastó leer un solo poema de una de las referidas para constatar que es una traducción infame.

Se trata del último poema de Calamus, el hermoso, acaso célebre y acaso necesario canto que se intitula “Full of Life Now” (Lleno de vida ahora). En el libro digitalizado a que hago referencia, cuya selección incluye unas 200 páginas de Hojas de hierba, no aparece el nombre del traductor, pero debo decir que llega a expresar ideas totalmente contrarias a las que expresa este poema en inglés; sólo ilustro con el caso de que traduce “you” por “yo”. No voy a entrar en más detalles sobre ese documento, pues va para la papelera.

Entre tanto, intenté una versión del hermoso canto de cierre de la sección Calamus, mientras aparece la versión de Alexander. Es un texto harto breve, pero de un peso específico dentro de la poesía moderna y, me aventuro a decirlo, dentro de lo que significa el valor de la palabra para el ser humano y de la causa que ésta representa, no otro que el del corpus espiritual y del mundo simbólico y sensible que tanto se han empeñado en anular los bárbaros defensores del “progreso”.

Agregamos un documento visual sobre Walt Whitman que a este servidor siempre le ha parecido equilibrado, algunas imágenes sobre cartas y textos que pienso editar, traducir y comentar en futuras publicaciones de esta página y aquella algo lejana oración de Whitman en labios de Serrat que nunca nos cansamos de escuchar.

Salud!
lacl


Lleno de vida, ahora.

Lleno de vida, ahora, compacto, visible,
Yo, a mis cuarenta años y en el año Ochenta y tres de los Estados,
de aquí a un siglo, o a cualquier número de siglos,
A ti, aún no nacido, estos versos te buscan.

Cuando tú leas esto, yo, que fui visible, me habré hecho invisible.
Ahora eres tú, compacto, visible, realizando mis poemas, buscándome a mí,
Imaginando cuán dichoso tú serías, si yo pudiera estar contigo,
 y convertirme en tu amoroso compañero;
mantente, pues, cual si yo estuviera contigo. No des por tan seguro que yo
no estoy contigo ahora.

(Poema final de CÁLAMO, Hojas de hierba, Walt Whitman)

FULL OF LIFE, NOW.

1 FULL of life, now, compact, visible,
I, forty years old the Eighty-third Year of The States,
To one a century hence, or any number of centuries
hence,
To you, yet unborn, these seeking you.

2When you read these, I, that was visible, am become
invisible;
Now it is you, compact, visible, realizing my poems,
seeking me;
Fancying how happy you were, if I could be with you,
and become your loving comrade;
Be it as if I were with you. Be not too certain but I
am now with you.


(Calamus, Leaves of grass)





Una carta a Susan Strafford







Serrat recita un poema de Whitman


lunes, 23 de marzo de 2020

Escribo bajo protesta, lacl / Tom Waits - Kentucky Avenue / Los Coristas (Los niños del coro). Film de Barratier . / Luna, sol y lucero, estampas





Sólo si el poema irrumpe será escrito.
Es un mandato. Un dictado.
Lo demás es humo, engañifa, altisonancia.
Es la única manera en que puedo responderle al mundo.
Pero hay momentos en que el mundo me hace callar.
Me refiero al mundo humano, no al que le trasciende.

El mundo sumo, esa elevación
en la que Norte y Sur son un absurdo,
o, si se quiere, mera plenitud que nos supera,
cuando nos hace callar,
lo hace en nuestro beneficio y para nuestro deleite.
Y en el silencio se ceban los tonos de su voz,
que se filtran en el arenoso reloj de nuestra memoria.
Y un día nos descubrimos cantando,
sin saber por qué y en virtud de quién.

Pero cuando es el mundo humano el que nos hace callar
es porque mal, pero que muy mal marchan las cosas.
Es, entonces, precisa y redentora la huida
para todo postrer reencuentro con el único mundo que existe,
éste del que somos mero corpúsculo de polvo.

Estos arabescos no son versos ni poema,
pero los escribo en verso libre
porque escribo bajo protesta.

lacl, 22 de Marzo, 2020


Tom Waits - Kentucky Avenue



Los Coristas (Los niños del coro). 
Director: Cristophe Barratier 

Un estupendo film, educación sentimental










domingo, 22 de marzo de 2020

Hoja marchitada, Hermann Hesse - Una lectura, lacl / A. VIVALDI: «Filiae maestae Jerusalem» RV 638 [II.Sileant Zephyri], Ph.Jaroussky/Ensemble Artaserse / Hermann Hesse, Caminante y acuarelista.






Ayer fue día de conmemorar la poesía, pero habida cuenta de cómo están las cosas, optamos por refrenar un tanto voz, palabra y lengua. Estamos en desacato con el humano mundo, que no -por supuesto- con esa maravilla que pudiéramos llamar cosmos o madre natura, esa maravilla que nos trasciende y a la que tan poco cuidado y pleitesía le rendimos. Es por ello que venimos hoy, a destiempo siempre, a celebrar la poesía con unos versos de Hermann Hesse, acaso propicios para que el ser humano vuelva los ojos hacia el Anima Mundi.
Agregamos luego una bellísima interpretación del "Filiae maestae Jerusalem", de Vivaldi y unas pocas acuarelas del propio Hesse, un maestro en el arte de caminar y pintar lo caminado.

Salud!
lacl

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Hoja marchitada

Cada flor tiende a ser fruto,
cada mañana tiende a convertirse en noche,
nada hay eterno en esta tierra,
excepto el cambio o la huida.

También el verano más hermoso quiere
sentir alguna vez el otoño y lo marchito.
Mantente, hoja, quieta y con paciencia,
si intenta el rapto alguna vez el viento.

Juega tu juego sin nunca defenderte,
deja que tranquilamente ocurra,
y por el viento que te arranca
déjate soplar hasta tu casa.


Créditos del registro visual o video:
Música: A. VIVALDI: «Filiae maestae Jerusalem» RV 638 [II.Sileant Zephyri], Ph.Jaroussky/Ensemble Artaserse
Imágenes de Rene Magritte: 1. La respuesta imprevista. 2. La perspectiva amorosa. De la edición al cuidado del poeta Pere Gimferrer, Ediciones Polígrafa, Barcelona, 1986.
Traductor; Rodolfo E. Modern. Ediciones Librería Fausto, Buenos Aires, 1974.




A. VIVALDI: «Filiae maestae Jerusalem» RV 638 [II.Sileant Zephyri], Ph.Jaroussky







domingo, 15 de marzo de 2020

A Luis Amado en su natalicio... / Una memoria: La música, componente indispensable de su día a día... / Tributo a Luis Laguna, Antonio Lauro y sus respectivas familias...





A Luis Amado en su natalicio...

Una nota del 14 de Marzo de 2019, que hoy rescato y reitero.

Amado ha sido y amado será, incluso luego del olvido...

Ayer volvió, por breves momentos, el acceso a la red.

Han sido seis días de suspenso, de trágica y mórbida opereta debido al apagón nacional.

Aun así, hubo el momento para recordar a los ancestros y, sobre todo, su legado. Ayer noche, cuando quise dejar constancia del más llano agradecimiento, volvimos a quedarnos sin acceso a ese puente levadizo que son estas redes.

Ayer volvió a girar el 13... Ese 13 cabalístico de Luis Amado.

Recuerdo, como ayer, ese espacio (el de la foto de arriba) en el que yo jugaba al escarceo, entre míticas y quijotescas caballerías de infante, mientras mi padre trabajaba. Este patio corresponde a la trastienda de una muy añeja casa de La Guaira, donde funcionaba la agencia aduanera en la que mi padre laboraba, en la calle posterior a la Casa Guipuzcoana. Ravard & Cía, así se llamaba la empresa en la que habiendo entrado como operario tomado de la aduana del Puerto de La Guaira, terminó siendo Gerente General y socio, a punta de sudor y pulcritud.

Vuelvo y lo repito: Amado ha sido y amado será, incluso luego del olvido...

Y hoy nuevamente le agradezco el habernos enseñado el amor a un vivir en libertad y en franca camaradería. Y no sólo eso, sino nuestra gratitud por habernos inculcado el horror "ante" y aborrecimiento "por" toda gesta o gesto despreciable. Ha sido un perfecto exponente (con todo y sus imperfecciones) de aquellos custodios de la Vieja Guardia.

Si a alguien le debo que en mí se haya acendrado un amor por el bien común es a Luis Amado.

Salud, padre...






Una memoria:
La música, componente indispensable de su día a día...
Cuando Luis Amado ya estaba en los andenes del terminal de despedida y preparado para el viaje que ha de hacerse ligero de equipaje, como nos susurra Machado, uno de los poetas predilectos de mi padre, llegué un día a casa con un presente de cumpleaños, algunos cd´s con música variada. Entre ellos, uno con música selecta de Mahler en el que le escribí, a modo de dedicatoria, un trazo de Lao Tse,  aquel que reza: "Un viaje de mil leguas comienza al primer paso".  Como intuyo que cabe en la vida de toda persona al llegar a las últimas leguas de camino en una vida relativamente prolongada, mi padre comenzó a mostrar mayor predilección por la música introspectiva, algo que no sería cuesta arriba para él, siendo tan dado a cultivar la memoria y la nostalgia. Aclaro. Le encantaba un jolgorio, una fiesta, agasajar y fue un maravilloso anfitrión; pero en los momentos de recogimiento, fuese en soledad o acompañado por alguno de sus seres queridos, era dado al recuerdo de los ancestros y de las cosas aprendidas en la vida a fuerza de vivirlas. Y, por supuesto, con música, siempre con música. Lo cierto es que no era inusual que cada vez que iba a su casa o nos habláramos por teléfono, no dejara de agradecerme este Adagietto, el cual estaba en ese momento inundando la casa. Acá lo dejo como puerta de entrada a otras melodías que escuchaba con deleite.

Comentario aparte, agregamos música del compositor venezolano Luis Laguna y de nuestro tío Antonio Lauro. Todos en casa amamos la música de ambos. Quiso la fortuna que el maestro Laguna tuviera un sobrino en Caracas, el cual vivía al lado de la casa de nuestros padres y de quienes era, además de un excelente vecino, un cariñoso y solidario amigo. Así es que habiendo conocido al dulce maestro Luis Laguna, persona afable y con un tempo que ya quisiéramos para todo ciudadano, éste le pidió a mis padres que la próxima vez que viniera a casa de su sobrino, invitáramos a mi tío Antonio y su familia, pedido que no se hizo esperar. No podemos expresar la belleza de ver y escuchar a esos dos maravillosos seres compartiendo su música con nosotros. Y mi padre feliz de ser el anfitrión, al igual que todos nosotros (a mí me encantaba ayudarle en tales lides). Por ello dejo, a continuación del Adagietto, algunas de sus composiciones pero, antes, los villancicos del Orfeón Lamas, infaltable...


Orfeón Lamas, infaltable



Luis Laguna


Cántico de Navidad (Mescoli) - El Ángel Tuvo Razón (Letra: Manuel Alfredo Rodríguez, Música: Antonio Lauro) 

Intérpretes: El Cuarteto



Vals ¨Nathalia¨ by Luis Laguna
Edicson Ruiz, doublebass
Jose Vítores, guitar


A. Lauro: 5 Valses Venezolanos (Natalia-Marabino-Angostura-Carora-Joropo) - Evangelos Assimakopoulos




Luis Laguna


Antonio Lauro (La esfera, diario venezolano, ya desaparecido)




sábado, 14 de marzo de 2020

GUARIDA DE LOS POETAS: UNO SE QUEDA AQUÍ, JUAN SÁNCHEZ PELÁEZ - BELLEZA - POÉTICA / MI ANIMAL DE COSTUMBRE / Juan Sánchez Peláez o la amistad de los poetas


Foto: Ednodio Quintero

Juan Sánchez Peláez. Si un servidor tuviera que decir qué poeta ha sido influyente en su vida, yo no tendría la menor duda en declarar su nombre. Y no me refiero al campo escritural con el que, humildemente y al tanto de mis limitaciones, pretenda rozar la poesía, ya que sencillamente pienso que nadie puede escribir como él. Juan Sánchez Peláez es inimitable. Quien eso intentare tendría que plagiarle. 

El reducto acrisolado de sus colectas poéticas, usualmente sucintas en lo que toca a diámetro, supera con creces los linderos de la palabra imaginante, que es, así la presume este servidor, una palabra cargada, como reclamara alguna vez Don Jorge Luis Borges, de belleza que se siente. No hay una línea de la poética del dulce Juan Sánchez Peláez en la que no se convoque ese sentir. Una palabra que lentamente va zurciéndose en un aire presentido. 

La razón de convocar su nombre sería una muy sencilla. Rasgos comunes fue uno de esos primeros libros adquiridos por olfato, acaso debiera agregar, por olfato poético. Ese libro marcó mi veintena. Me sentí de algún modo acompañado, de algún modo buenamente antecedido, sentí que nuestro suelo y sus caminos no estaban desandados, ni nuestro cielo desamparado. Tanto significó para mí la identificación en esos rasgos comunes y, a pesar de tantos años de soledad (pues 20 años son más que suficientes para haber catado la soledad), surgió una voz en virtud de la cual “el círculo se abría” y esa voz no se contentaba con eso, sino que te lo hacía notar, “¿ves?” 

Otra cosa he de anotar. Que la poesía pudiera ser prosa cultivada es una luz que yo le debo a Sánchez Peláez, pues cayó en mis manos un tanto antes que la palabra de Ramos Sucre o la de Cadenas, dos de nuestros acerados prosistas de la poesía, aunque algo después de la de Rimbaud o Lautreamont. Sin embargo, es de anotar las diferencias entre su prosa y la de estos insignes poetas, precursores del surrealismo, asunto en el cual no voy a adentrarme en este momento.

De cuando en cuando abro sus páginas al azar y por el mero gusto de caminar sobre la lengua de una belleza que se siente. La última vez que volví a abrir sus páginas, una madrugada de hace unas dos o tres semanas, al azar me tocó esta joya: UNO SE QUEDA AQUÍ. Un poema que, al día de hoy, como que ensancha sus significaciones, pues este borrador tiene ya varios días esperando su publicación, empresa que no podía culminar en tanto no transcribiera el poema mencionadoLo transcribo y agregamos otro de sus rasgos comunes, el de la belleza y una captura visual de su POÉTICA, todos estos textos de sus RASGOS COMUNES … Y más abajo, tal como solemos hacer en esta guarida, agregamos apoyo documental: su lectura de otro texto suyo que tatuado llevamos en el reverso de toda vocinglería, ANIMAL DE COSTUMBRE, y un bello trabajo fílmico sobre Juan Sánchez Peláez o la amistad de los poetas.

Salud!
lacl


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UNO SE QUEDA AQUÍ

Uno se queda aquí, huérfano, en la ribera lejana o en la escollera. Luego viene la mueca que es el pensamiento resignado, y una manera de considerar que nos hallamos por cierto tiempo en buena disposición física, y que luego también nos iremos de viaje. Pero no, siempre no, bosque perdido e inasible. Si nos fatiga la cicatriz bella del país y la cáscara de los caminos, si nos divierten algunas arañas en la pieza diminuta que ocupamos, si no podemos desprendernos de los amigos que sollozan con nosotros, si no disponemos para la travesía con fajas de leche y pan, si no podemos escapar, aun en puerto seguro, a los brazos de la alta y baja marea.

Juan Sánchez Peláez, Rasgos comunes. En OBRA POÉTICA, Editorial Lumen S. A. Impreso en Caracas por Editorial Arte. Primera Edición, 2004.


(P. S. Al fin lo he podido transcribir, espero que dedos u ojos no me hayan traicionado. 14/03/2020)



BELLEZA

Interrumpida mi plática, vuelvo a hablar contigo de la partida y el regreso. Todo sucedió a vuelo de pájaro, belleza: a la vez mundo compacto, cerrado y libre. Al abrir los ojos en la
llama fría, era un lorito ufano; te busqué de verdad, lamía en la sombra tus huesos, santa perra. Aunque me ausentara de ti, aunque me cubriera el ridículo, aunque estuvieras más
allá del resplandor que me envuelve; quizás cercana a la bahía, en pleno mar de verano, en medio de las palmas reales.

Juan Sánchez Peláez, Rasgos comunes, Monteavila Editores, Caracas, 1975




POÉTICA






ANIMAL DE COSTUMBRE



Juan Sánchez Peláez o la amistad de los poetas




jueves, 5 de marzo de 2020

Los secretos de la Odisea, El cielo de Esmalte, José Antonio Ramos Sucre, 1929. / La vida del maldito, en la voz de Alfredo Escalante.



Las digresiones y derroteros literarios que surgen en la obra de Ramos Sucre, en virtud de su estrecha y amorosa relación con los clásicos, son casi infinitas y generadoras de nuevos ensueños literarios para el lector.

Puede uno, como acaso sea dable pensar siempre que un lector se planta ante unas páginas, recrearse en lo creado e imaginar nuevas o distintas  escenas, peripecias,  creaciones, invenciones que pudieron, quizás, haber sido vislumbradas por sus originarios soñadores, pero que nunca fueron estampadas en papel o fijadas en la memoria colectiva por medio de la oralidad de los aedas y fabuladores…

Ramos Sucre sueña creadoramente dentro del sueño ya creado e invita al lector o escucha a recrear o recrearse en la esfera de esa libertad, la del re-imaginar.
Acá dejamos esta breve estampa en la que la brevedad de la vida y el amor insatisfecho toman una vez más la palestra.

Salud!

lacl




LOS SECRETOS DE LA ODISEA

El rey de los feacios apresuró el viaje de Ulises y se negó a cultivar su recuerdo y amistad. Había concebido un miedo extravagante al fijarse en su confesión de una entrevista con los difuntos. Imaginaba a través de la fábula del peregrino, el resentimiento de Tiresias, asaltado y sujeto.

El rey de los feacios amaba ansiosamente la vida y la juventud. Se espantaba de la vejez y del cautiverio en la tumba sempiterna. Al oír el cuento de Ulises y para eliminar sus efectos aciagos, requirió una espada de bronce, presente de Mercurio, alojada en una vaina de marfil. Se levantó bruscamente, animado de una idea precisa, y se dirigió, por una avenida de estatuas, al arsenal de sus navíos indemnes.

Unos remeros próvidos se aventuraban, poco después, con el héroe sagaz en un mar vacío. Tremolaba en las entenas y en los mástiles el apéndice de luz de los Dioscuros.

El rey de los feacios fue herido en su afecto más noble. Debía pagar con una senectud inconsolable el azar de una hospitalidad réproba. Su hija Nausicaa, la hermana pensativa de las fuentes, se había prendado de la elocuencia de Ulises y se consumió llorando su alejamiento perentorio.

Las doncellas de su trato la sepultaron, vestida con el atavío de las nupcias, bajo un túmulo de piedras humedecidas por el relente de un valle fluvial.


Los secretos de la Odisea, El cielo de Esmalte, José Antonio Ramos Sucre, 1929.








La vida del maldito
Ya lo hemos publicado antes en este blog, pero aquí dejamos de nuevo La vida del maldito, en la voz de Alfredo Escalante.