sábado, 6 de abril de 2019

Sobre la Diosa Triple, Robert Graves / Guarida de los músicos.- Compases de las cuatro esquinas del orbe. / Galería de imágenes






Sobre la Diosa Triple

La Diosa es una mujer bella y esbelta con nariz ganchuda, rostro cadavérico, labios rojos como bayas de fresno, ojos pasmosamente azules y larga cabellera rubia; se transforma súbitamente en cerda, yegua, perra, zorra, burra, comadreja, serpiente, lechuza, loba, tigresa, sirena o bruja repugnante. Sus nombres y títulos son innumerables. En los relatos de fantasmas aparece con frecuencia con el nombre de «La Dama Blanca», y en las antiguas religiones, desde las Islas Británicas hasta el Cáucaso, como la «Diosa Blanca». No recuerdo poeta auténtico alguno, desde Homero en adelante, que no haya registrado independientemente su experiencia de ella. Se podría decir que la prueba de la visión de un poeta es la exactitud de su descripción de la Diosa Blanca y de la isla en la que gobierna. El motivo de que los pelos se ericen, los ojos se humedezcan, la garganta se contraiga, la piel hormiguee y la espina dorsal se estremezca- cuando se escribe o se lee un verdadero poema, es que un verdadero poema es necesariamente una invocación de la Diosa Blanca, o Musa, la Madre de Toda Vida, el antiguo poder del terror y la lujuria, la araña o la abeja reina cuyo abrazo significa la muerte. Housman ofreció una prueba secundaria de la verdadera poesía: que sea digna de esta frase de Keats: «Todo lo que me recuerda a ella me atraviesa como una lanza». Esto se puede aplicar igualmente al Tema. Keats escribía a la sombra de la muerte acerca de su musa, Fanny Brawne; y la «lanza que anhela sangre» es el arma tradicional del siniestro verdugo y su sustituto.

Robert Graves, La Diosa Blanca.

- Graves, Robert. La Diosa Blanca, Gramática histórica del mito poético. Alianza Editorial S. A., Madrid, 1983.

- Graves, Robert. La Diosa Blanca, Historia comparada del mito poético. Editorial Losada, S. A., Buenos Aires, 1961.





Guarida de los músicos.- 
Compases de las cuatro esquinas del orbe.























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