martes, 27 de diciembre de 2022

Fragmentarias. Hablando del afuera. lacl. / Rebento. Una de las más hermosas baladas poéticas cantadas alguna vez. / Otras anotaciones, lacl.

 



Hablando del afuera. Si el afuera puede decir algo del adentro…

Dos puntos  

:

- ...mirar no es cómo miran unos ojos, sino cómo mira una cara. Uno no mira sólo con los ojos, uno mira con toda la cara…


- El que con la cara no mira, en realidad, no está mirando. Probablemente esté sojuzgando.


- Porque la cara entera, no una facción, es espejo del alma. Una cara, eso sí, destensada, dispuesta a expresar lo percibido. 


- La faz un poco resplandece cuando sus ojos miran.


lacl, 20 de Diciembre, 2020. En llegando…


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Rebento




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Vivimos empecinados en desconocer el lado no humano de nuestra esencia. Allí reside nuestro talón de Aquiles.

lacl, Impronta del adagio., 26 / 12 / 2018

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Nunca en mi vida, me parece, he vivido un año tan atribulado de situaciones extremas o disímiles, tan cargado de sincrónicos obstáculos, ni tan signado por el espíritu de la prueba. 

¿Cuál es la razón de que haya de sucederme esto a mí -me pregunto entre susurros- si hace ya tanto que no soy un crío? 

Y entonces sale mi estremecido corazón a decirme, recargado de ebriedad: porque estás vivo...


(De mi Bitácora Acuariana, esta noche…)

lacl, 20 de diciembre de 2013.


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Tiempos modernos, un par de anotaciones de Anselmo Di Testarutto, Apotegmas contra la peste, Turín, 1935. / El séptimo arte.

 




Comentario al margen: Lamentablemente, sigue la constante de la angustia repartida a manos llenas. Y tan sencillo que pareciera ser el camino para vaciar esas manos de angustia y colmarlas de dones a ser compartidos con el prójimo; pero no, el lema de Don Anselmo está verdaderamente vigente. lacl. 


Tiempos modernos. 

¿Cuál ha de ser la razón de que las multitudes marchen solas, más que individuadas, resquebrajadas? 

No lo sé, pero un signo a atender es que esa despedazada humanidad marche siempre con las manos puestas en el hígado y atenta a una rápida e iracunda respuesta a quien se le ocurra expresarle alguna incomprensión, así haya sido una amorosa incomprensión. Hay tanta exasperación esparcida por los campos que el lema es, sempiternamente, “dispara primero, pregunta después”.

Anselmo Di Testarutto, Apotegmas contra la peste, Turín, 1935.


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Una entrada, palabra o boceto; un mero adjetivo que todo lo desnuda y a todo se adosa, define nuestros días: lo implacable.

Ser implacables en todo, ésta es la consigna que hoy se imparte a cada niño en biberones de angustia. 

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Apotegmas contra la peste, Anselmo di Testarutto, Turín, 1935.


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El séptimo arte. 

Cuando el humor y la ironía entran al servicio de las buenas causas.

Charlie Chaplin, Modern times.  

  Para mirar la película debe ir a la red You Tube 






Si la luna tuviera dos camellos, lacl (Cuadernario). / Galería de Orfeo: Hope I don't fall in love with you

 





Si la luna tuviera dos camellos

recorriendo sus cabellos,

bordeando y olfateando sus zonas 

erógenas endógenas,

o si tuviera dos cabellos

enlazando sus camellos

y ellos pastaran sobre sus zonas

erógenas exógenas

 

. . . . . . . . . . . . . . .

 

creo que yo no sería el que esto dice

No tendría tanta luz ni campanas 

alrededor de mí.

Los templos me persiguen.

Los sacerdotes me persiguen.

Las féminas aburridas de tanto ver

imágenes postradas

de un Cristo irresurrecto,

me persiguen.

Y no hay candelabros con los que pueda alumbrar,

este cielo excesivamente iluminado,

harto de imágenes fortuitas

mas no obsequiadas.


Me sigo bebiendo mi cerveza.


Debo beber.

.

(Tomado de Cuadernario, Común Presencia Editores, Colección Los Conjurados, Bogotá, 2007)










Hope I don't fall in love with you  






lunes, 26 de diciembre de 2022

Gracias, San Juan, lacl, une bagatelle / Abide the Winter

 


El hálito, 

soplo transmutado 

en verbo alado, girando, 

ascendiendo en círculos, 

rizos y elipses, 

alzando el pecho 

hasta el summum 

de un presente continuo, 

donde celebran bodas 

el instante ya ido 

y el inasible infinito. 

Ciencia de un ver 

sobre el cielo detenido. 

Arte del gerundio.

Gracias, San Juan.


lacl, une bagatelle, 20/12/2022






William Ackerman - Abide the Winter 



domingo, 18 de diciembre de 2022

Recuerdos de Sael Ibáñez / Encuentro con la peña literaria Sinenomine. / Candelaria hermosa.

 



Ayer * tuvimos el honor y el inmenso agrado de comparecer a una peña literaria que yo aprecio mucho. La Peña Sinenomine. Compromiso potenciado a la enésima capa del firmamento de los afectos, pues a esa peña y sus integrantes les conocí por la gracia de  nuestro querido Sael Ibáñez. La idea, en principio, era un poco conversar sobre el acto creador de la palabra, pero sin pautas preconcebidas, un poco yendo al amor del agua, cosa que hicimos, pues nada hay más fascinante que conversar sin derrotero fijo; pero -obviamente- yo no podía ir con el foco puesto en otra cosa que no fuera memorar y, más aún, celebrar a un ser tan desprendido y espléndido como Sael. 

Teníamos, además, otro motivo de muy fuerte asidero en el corazón: este año recibimos un maravilloso e inesperado regalo. Un querido amigo, Aurelio  me llamó un día para informarme que Sael nos había dejado una sorpresa luego de su injusta e inesperada partida, un libro de poemas listo para entrar en el horno, como un amasado pan del alma. Me contactaba para preguntarme si yo estaría dispuesto a leer y corregir el libro, pues contaban con la desprendida mano y corazón de una persona que financiaría la publicación del  poemario. Mi respuesta fue un rotundo sí colmado de alegría, tarea que haría con sumo gusto en el decurso de los siguientes días y semanas. Ya tomando un poquito más de confianza les pregunté si me estaría permitido escribirle un breve prólogo, pedido al que accedieron de inmediato. He sido sumamente cauteloso con respecto a esta libro de Sael, pues supongo que será presentado, en algún momento, en una de las pocas librerías que aún se empeñan en abrir puertas a los comensales de la letra; otra razón, menos digna de ser divulgada, se basa en el hecho de que este año no ha sido el más llevadero de los ya vividos por un servidor, pero debo añadir que me han estado picando las manos, con ganas de publicar alguna esquela sobre esta belleza que nos legara Sael. El título es sugerente, Fragmentario absoluto, que nos toca muy de cerca. No pocas fueron las conversas con Sael en las que hilvanábamos nuestras ideas, nuestra imaginación y nuestro sentir sobre esa fragmentaria cualidad que signa la vida moderna y prescribe la quiebra del humanismo. Claro que la palabra convoca hacia otros derroteros: uno mismo termina por escribir fragmentariamente. Es natural que sea así, no podemos evadir el aire que se respira. Y no siempre podemos contar con senderos y atajos reales que nos conduzcan hacia otros respiraderos, en los que podamos explayarnos a gusto, sin bridas, en los que haga mutis el bullicio humano. Pero nos quedan la soledad y ese rinconcito de la casa en el que podemos dar rienda suelta a la imago apalabrada, para cruzar los confines del cosmos en un tris. Allí veo a Sael, sentado, a veces caminando, o sirviéndose un par de onzas de ron seco para volver a sentarse y continuar garabateando. Espero con ansias que este poemario pueda ser presentado pronto en algún lugar de la ciudad. Por los momentos voy a divulgar sólo un poema, pues tiene mucho que ver con ese desprendido y entusiasta corazón que avivó siempre sus pasos y que siempre apostó por una vida en creación.

El libro está disponible en Amazon. Dejo la carátula y más abajo el enlace. **

Salud, lacl. 



Vivir artísticamente.


Para escribir necesité

siempre 

vivir artísticamente.


Vivir artísticamente no es 

adornar un propósito

no es 


acariciar resultados 

no es 

azuzar la voluntad


Vivir artísticamente requiere 

estímulo de estímulos, no ley 

ni despliegue de ideas


precisa 

sonoridad de sonoridades 

hacia donde confluyen todas las artes


implica 

aprender, también desaprender

capacidad de sedimentar el olvido


vivir artísticamente genera 

suspensión, sorpresas 

disposición de mantenerse en ellas


Para escribir necesité 

siempre 

vivir artísticamente.


* El encuentro se realizó el sábado 17 de diciembre de 2022. Esta nota la he escrito el 18...

** aquí va el enlace al libro en Amazon:

https://www.amazon.com/-/es/Sael-Ib%C3%A1%C3%B1ez-ebook/dp/B0B91BMXHQ/ref=mp_s_a_1_1?crid=2J725TP19IZVI&keywords=fragmentario+absoluto+sael+iba%C3%B1ez&qid=1671407291&sprefix=%2Caps%2C970&sr=8-1








En una de las tenidas de la peña Sinenomine 



Cantos a la Candelaria


En una de nuestras reuniones para cantarle a la Virgen de la Candelaria




sábado, 17 de diciembre de 2022

(IN IL MEZZO DEL CAMIN), lacl. / Galería de Orfeo o de la lira: Are You going with me?

 



(IN IL MEZZO DEL CAMIN)


Desasosiego.

Inevitable su irrupción en mí

en este preciso momento,

cansado como estoy de contar con los dedos,

cansado de pulir mis zapatos y

de no querer hacerlo,

de dejar de hacerlo para que ellos

atestigüen sobre mi podredumbre.


Natural y hasta comprensible esta hora

de hastío y arrobamiento que rebasa

mis defensas.


Abruptamente he topado con aquel lejano

dolor adolescente ante la interminable sucesión

de rostros sin facciones

que deambulaban por las calles,

mis añoradas y vaciadas calles.

Braceaba por no ahogarme

en aquel mar inmenso de

desasosiego.


Buscaba, buscaba.


Pero nunca encontré otra cosa que

rostros enmascaradamente alegres,

tímidamente serios,

falsamente respetuosos o risueños.

Casi lloraba ante todos y ante todo

al no poder barajar qué era o qué no era

mi presencia extremadamente sensual y corpórea,

porosa y extática,

entre una innumerable multitud

en beligerancia perpetua

contra su ineluctable sombra infinita.

Pero un nudo sellaba mi pecho

y otro portaba en la garganta.


Me alumbraron en el jardín postizo

de un sobre-poblado circo,

una tramoya de telas levantada -en tan sólo tres días-

en el más apartado recodo de una olvidada parcela

del inmensurable cementerio mecánico.


Me creía loco

porque no calzaba 

ningún número.

Me creía loco

por una imperturbable y maniática tendencia

de querer desandar las enseñanzas sin misterio,

por el anhelo de ver con mis ojos

y no con el ciego anhelo con el que otros ojos vieron.


Era un sobrante,

un amante silencioso.

Me abstenía.

Porque me creía loco.

Adoraba las migajas de pan

tanto como salir a caminar

cuando llovía.

Gustaba ir al cine por las noches,

me introducía en las gentes como en las imágenes

y luego barajaba todo en el camino a casa,

armaba historias ni más ni menos ilusas

que las historias fílmicas,

ni más ni menos sumidas en el ensueño 

de vida de las gentes que observaba

en las funciones,

ni más ni menos ilusas que la mágica, 

gozosa y piadosa soledad 

del regreso a mi guarida.


Porque estaba loco,

ardorosa y crepitantemente loco.

Pero,

me creía loco y, a fuerza de creerlo,

deserté un día.

Abandoné la búsqueda.

Comencé a mirar cada objeto, 

cada forma, 

cada cosa,

en una fría y restringida sucesión de líneas,

como un fin en sí.

Olvidé mis preguntas.

Aprendí a olvidarlas deteniendo mis ojos

en las vitrinas de los negocios.


Fue un arduo trabajo.

Rigurosa templanza.

Fuelle y martillo forjaron en mí

la apariencia broncínea.

Y aprendí a mirar los rostros como a vitrinas.

Conseguí un suiche donde encender las sonrisas.


Mas ahora, finalmente, recibo esta nueva oleada

de desasosiego.

Porque he perdido el suiche

y de nada vale que, a tientas, lo busque en este tiempo

de absurda y enceguecedora claridad.

Porque en esta hora de trance

me acorralan mil imágenes,

porque me harté de vitrinas

y de los rostros sin facciones.

Y no tengo adónde ir, 

ni me preocupa demasiado.

Porque tuve que apurar el vino incierto de la ética,

tuve que hincarme de rodillas

ante la limpia honorabilidad del dinero

y besar sus pies inmaculados. 

Bendita sea esta nueva oleada de desasosiego,

porque sé que se avienen días de náusea,

porque he atisbado la hora de detener la máquina.


Porque, en la lejanía, vislumbro el rostro

ante el que habré de detenerme.


.

Este y una colecta de unos veinte o treinta textos que le acompañan, vienen de una serie de intentos, amagos y borrones de un muy añejo cuaderno que lleva por título "Libro de trance y hallazgo", nombre que, al día de hoy, a un servidor le luce algo altisonante, pero que no cambio en honor a la veracidad. Aunque al principio reza “In il mezzo del camin”, en clara alusión al famoso pasaje de la Divina Comedia y el estadio o edad en la vida de una persona, no significa que lo haya escrito a la edad en que se presume se fijaba por aquellos días “il mezzo del camin”, que era alrededor de los 35 años. estaba yo algo más joven. En realidad, el verso de Dante nos sirvió de apoyo para un decir “Adiós a todo eso”, un poco a la manera en que Graves despachaba aquello que había vivido hasta cierta fase de su vida; en un momento en el cual uno llega a una encrucijada que sabe ya, definitiva, y por la que -en consecuencia- toma el camino que le ha estado aguardando toda su vida, el momento en que, si bien no sabes lo que eres o quien eres, sabes muy bien hacia donde irás y a quién o qué honrarás, al menos, en lo que íntima y personalmente significa tomar las riendas de la propia vida; envite que no se asume con orgullo o soberbia, sino con clara entrega a la misión que se reitera o redescubre en esa encrucijada de la vida y no en otra...


Salud!

lacl


Una estampa del ayer. 


Guarida de Orfeo

A Sebastián 


Agrego esta belleza musical, que me acompaña desde que la escuchara por primera vez. Le decía hace pocos días a mi hijo (quien fue quien me la trajo a la mesa) que es creación que invita a saltar del aburrido carrusel de los caminos cerrados y sin vida en que se convierten, en veces, nuestras rutinarias existencias. Saltar del tedioso y reiterativo OCHO en que desembocan nuestros días, como senderos en los que giramos sobre nosotros mismos, sin permitirnos el goce y regalo de viajar la vida, de vivirla como eso que es: un viaje sin derrotero ni rutas preconcebidas. La vida es un camino abierto como la brisa sobre la que vagan las nubes. 

Are you going with me?