miércoles, 28 de diciembre de 2016

Cuadernario, letra f.



 

Cuadernario, letra f.


Nota breve: Cuadernario (*) fue escrito en una agenda telefónica Norma (de las verdes). Empezó de manera un tanto lúdica, pues una voz me conminó una mañana a trazar varios intentos poéticos siguiendo la siguiente particularidad: que cada uno empezara con la letra que distinguía la página en que me disponía a escribir. Y así se siguió llenando el abecedario, sin prisas, durante un periodo de unos cinco a seis años.  Es un libro un tanto irregular, porque yo expresamente siempre he apostado al risco de lo irregular. Pero quizás alguno que otro intento pueda justificarse.

(lacl)


f

Furia esta rosa de huesos,
esta luna que llora mentiras
sobre una exigua garganta de luz;
esta lengua de verano,
esta dulzura de la carne,
este camino de la piel,
este misterio que me callo,
hasta que la lluvia grita
que el cuerpo es un disco
tibio de sombras
y una pregunta que sopla vagamente
sobre las caras del agua,
un silbido esquivo
que hace cosquillas
a un jardín sangrado,
donde un tordillo
se bebe toda la leche en un cuenco.



(*) Común Presencia Editores, Colección Los Conjurados, Bogotá, 2007




Guarida de los poetas - Tom Waits

https://www.youtube.com/watch?v=w5evDUOVYuI

 Scenes from "Annie Hall" and "Manhattan" by Woody Allen. By the way, Woody is one of my favorite directors.

"Somewhere" lyrics:

There's a place for us
Somewhere a place for us
Peace and quiet and open air
Wait for us
Somewhere
There's a time for us
Someday a time for us
Time together with time to spare
Time to learn
Time to care
Someday, somewhere
We'll find a new way of living
We'll find a way of forgiving
Somewhere
There's a place for us
A time and a place for us
Hold my hand and we're half way there
Hold my hand
And I'll take you there
Somehow
Someday, somewhere

Music: Leonard Bernstein - Lyrics: Stephen Sondheim


https://www.youtube.com/watch?v=taeFKIKfnZU

domingo, 25 de diciembre de 2016

Principio de autoridad y almas en putrefacción. lacl / Una obra magnífica: EL Oratorio de Navidad de Johann Sebastian Bach.


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En muchos, demasiados rincones del mundo se practica el amedrentamiento, la persecución, el aislamiento, la reclusión, el avasallamiento, la expoliación, el arrebato (o intento de arrebato) de la dignidad humana. En algunos lugares se practica con sangrienta saña y en otros con disimulado rencor, pues en estos últimos edenes la sangre mana de los inocentes como por obra de la providencia.

Lo cierto es que “manejar” un país como un establo es una de las preferencias de los amantes del principio autoritario. Los autoritarios son seres sumamente endebles y desamparados, vistos desde una perspectiva anímica. Son seres en estado amorfo, en los que los procesos de metamorfosis están negados, impedidos, vedados. Para tales seres no hay esperanza de renacimiento en los jardines del alma, porque portan un alma muerta; no saben qué es lo que les duele, como una vieja y sangrante herida supurando miasmas desde el inicio de los tiempos. De allí que su única respuesta posible de cara al mundo, para expresar ese karmático (y, para ellos, incomprensible) dolor, sea una impostura. Se transforman en impostores, son seres con pies de barro simulando ser hijos de Atlas. Son los hombres que ocultamente se dicen: “Si no puedo acarrear mis yerros, dolores y máculas debo, buscar la forma de que otros carguen ese peso.” Son prédicas que el fuero interior les canta, pero ellos hacen como que no escuchan. Pasan por desatentos a ese llamado, aunque siguen sus dictados al pie de la letra. Y cualquier catecismo les servirá de excusa para armar sus odas a la desazón. Tener siempre la razón es algo que -intuyen- les viene por obra de los hados, pero saben ocultarse que esa condición de inequívoca perfección de la que se adornan, no es más que vana apariencia, pues nace de los hedores de almas putrefactas, cuyas mortajas no pueden permitirse mostrar a nadie. Es como si en una celda de su casa, celda oscura de la que sólo ellos poseen la llave, mantuvieran sus propios autorretratos, ante los que el propio Dorian Gray palidecería. 

Y nunca, jamás de los jamases, podrán comprender a los hombres que se contentan con simplemente contemplar un rojo atardecer o a quienes, en sus pensamientos diarios, no les cabe otra cosa que un amor que no pide nada tangible a cambio. Nunca podrán comprender la razón del por qué aquellos, a quienes consideran infelices, no tengan desmesuradas aspiraciones pecuniarias y sean capaces de portar una sonrisa en la cara, cada vez que se topan con sus seres amados, sea un gato, un perro, un hijo o una esposa o esposo o un amigo; ni, mucho menos, que los viejos villancicos sirvan para colmar sus almas en fechas cuando el orden económico ha dado al traste con todo y no hay pan suficiente en la mesa para calmar los llantos de la caja torácica. Porque hay alimentos que los seres de a pie conocen y que no se pueden obtener con gruesas billeteras. Y ellos, seres de a pie, mujeres y hombres de la calle que no se doblegan al llamado de las almas putrefactas, saben muy bien lo que las “autoridades” pueden hacer con las riquezas nacidas como producto de una sempiterna expoliación.


lacl, 25 de diciembre de 2016
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Una obra magnífica: EL Oratorio de Navidad 
de Johann Sebastian Bach.

https://www.youtube.com/watch?v=98UjjwzJBFE&t=399s

https://www.youtube.com/watch?v=5SHDTNy_rUM&t=881s

sábado, 24 de diciembre de 2016

Natividades ...



Este diciembre ha sido azaroso y menesteroso, como lo ha sido todo el año y -digámoslo palmariamente- como lo han sido los tres o cinco o diez últimos lustros, para un enorme segmento de la población. La única diferencia, aunque es diferencia radical con respecto a años anteriores, es la aceleración y agudeza del tono que ha copado todos los compases de una partitura devastadora que se ha enseñoreado en nuestro fingimiento de nación. Pero en los últimos meses, el “agitato”  y el “in crescendo” de esta bufa tragicomedia han marcado las marchas y contramarchas de un clan de sátrapas, cada vez más especializados en perjudicar a todo un colectivo.

A pesar de ello, y por encima de las malas artes que el hombre obra en desmedro de sus hermanos, en el aire priva una armonía que jamás lograrán percibir quienes antepusieron la medranza a la dádiva. Seres así, jamás lograrán paladear el sosiego que donan las leyendas de hermandad entre los hombres; mirarán la estrella de Belén como quien mira una farola de luz fría; mirarán a Orión o a la Osa Mayor como quien se topa con un desalmado aviso de neón. Para seres así, toda virgen, como toda diosa, serán las pamplinas inventadas por seres ignorantes que no tenían nada valioso en qué ocupar su tiempo. Serán incapaces de pensar con el sentimiento que alienta en los cielos y que es parte de todo corazón. Porque andan con sus corazones yertos.

Cuando, desde el fondo de los tiempos, nos llegan las leyendas de un ser que decidió abandonar todo el fasto y riqueza de su reino para vivir entre los mortales y percatarse de nuestra breve y humana indefensión, quien nos habla es el corazón del hombre que habita en todo hombre. Lo mismo sucede cuando, desde aquellas lejanías, nos llegan leyendas como la de una humilde familia que huye de alguna intolerancia para salvaguardar la vida de su hijo. ¿Qué cantan nuestras arcaicas canciones, creadas en el inicio de los tiempos? Cantan a las tres o cuatro raíces desde las que se levanta el árbol de la humanidad… Cantan a la creación, que siempre, en toda hora y lugar, nace como lo que es: una amorosa obra espontanea.


23 / 12 / 2016







https://www.youtube.com/watch?v=98UjjwzJBFE&t=260s
https://www.youtube.com/watch?v=5SHDTNy_rUM&t=3013s

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Censurar el arte y dictar cursos de “moralidad”...




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Han bloqueado temporalmente mi cuenta en Facebook por el descubrimiento de la añeja foto de una pieza teatral que muestra los pechos de las bacantes, pobre Eurípides. La foto acompañaba un conato de poema, escrito en dos trancos, titulado “Alma”. (*) No comprendo que se bloquee una imagen de contenido artístico que versa -además- sobre un saber ancestral, como lo es la conexión del Eros con la naturaleza. Es una imagen que, para nada, revela intenciones pornográficas ni cosas por el estilo. Pálida imagen de la belleza femenina (un grupo de mujeres bailando con los pechos descubiertos) que nada tiene que ver con el desafuero y el libertinaje típicos de la burda propaganda con que, de continuo, bombardean  nuestros sentidos los medios publicitarios. Lo insólito es que, en paralelo a censuras como la referida, uno tenga que observar impertérrito, cómo proliferan en las redes, ofertas carnestolendas que se caracterizan por una total carencia de gusto, amén de estar signadas por la degeneración del espíritu. Ah, pero antes de poder uno entrar de nuevo a su perfil ha de tomar un curso de “moralidad”. En fin. El absurdo brota de lo absurdo.
lacl







Dejamos debajo una captura de la foto censurada del montaje teatral sobre la pieza de Eurípides...